Accidente marítimo en Baltimore, sus implicaciones y consideraciones riesgos en puertos colombianos

 


El choque de un buque portacontenedores el pasado martes 26 de marzo contra uno de los principales puentes de la ciudad de Baltimore, en EE.UU., ha dejado numerosos interrogantes.  

El accidente se produjo de madrugada y provocó el derrumbe del puente Francis Scott Key, sobre el cual había varios vehículos. Dos personas fueron rescatadas con vida, una de ellas en estado grave, y seis trabajadores que realizaban tareas en el asfalto del puente desaparecieron.

Al final de la jornada del martes, la Guardia Costera los dio por muertos y cambió la operación de rescate por una misión de recuperación. Las autoridades han declarado el estado de emergencia mientras los equipos de seguridad siguen rastreando la zona.

Los accidentes marítimos de esta magnitud afectan al sector asegurador y a los involucrados, basándonos en el procedimiento estándar y las implicaciones de incidentes similares. Un evento de tal envergadura tiene múltiples repercusiones en el sector asegurador, tales como:

1. Evaluación de Daños: Inicialmente, se esta realizando una evaluación exhaustiva de los daños tanto al puente como al buque portacontenedores. Esto incluye los costos de reparación o reemplazo del tramo dañado del puente, así como los daños al barco y su carga.

2. Reclamaciones por Daños a la Propiedad: Siguiendo el incidente, habría reclamaciones significativas por parte de la autoridad portuaria o la entidad gubernamental responsable del mantenimiento del puente, así como por la compañía naviera propietaria del buque portacontenedores. Además, si la carga se dañó o se perdió, las empresas que poseen esos bienes también presentarían reclamaciones.

3. Cobertura de Responsabilidad: La aseguradora del buque también enfrentaría reclamaciones bajo la cobertura de responsabilidad, particularmente si se determina que la colisión fue resultado de negligencia o un error por parte de la tripulación. Esto incluye responsabilidad por interrupción del tráfico marítimo y terrestre y cualquier daño ambiental resultante.

4. Impacto Financiero en las Aseguradoras: Dependiendo de la magnitud de los daños y las compensaciones, este evento ya tiene un impacto financiero significativo en las compañías de seguros involucradas. Esto se debe a las grandes sumas de dinero que estan en juego para cubrir los daños y las compensaciones.

5. Revisión de Políticas y Prima: Incidentes de esta naturaleza suelen llevar a una revisión de las pólizas de seguro y las primas, especialmente en sectores específicos como el transporte marítimo y la infraestructura crítica. Las aseguradoras podrían ajustar las primas para reflejar el riesgo adicional percibido.

6. Impacto en la Regulación y la Seguridad: Un accidente de esta magnitud resulta en un examen más detallado de las regulaciones de seguridad marítima y las prácticas de navegación para buques grandes, posiblemente llevará a cambios que podrían afectar a la industria naviera global.

7. Litigios: Es probable que incidentes de esta magnitud resulten en litigios extensos para determinar la responsabilidad y el monto de las compensaciones. Esto involucra no solo a las aseguradoras, sino también a los propietarios de las mercancías, la compañía naviera, y las autoridades locales.

En resumen, este incidente indudablemente tendrá profundas repercusiones en el sector asegurador, afectando no solo a las pólizas directamente relacionadas con el accidente, sino potencialmente también influyendo en las prácticas de gestión de riesgos y regulaciones del sector más amplio.

 

Ahora bien, si traemos esta realidad a nuestro país, debemos tener en cuenta en donde se pueden desarrollar estos riesgos.



Los accidentes que involucran barcos en puertos colombianos pueden abarcar desde colisiones menores hasta incidentes más graves, que pueden resultar en daños significativos a la infraestructura portuaria, los propios buques, e incluso en derrames de sustancias peligrosas en algunos casos. Colombia, con sus extensas costas sobre el Océano Pacífico y el Mar Caribe, tiene varios puertos importantes como Buenaventura, Barranquilla, Cartagena, y Santa Marta, los cuales son vitales para el comercio internacional y nacional del país.

Algunos tipos de accidentes que podrían ocurrir en estos contextos incluyen:

Colisiones contra el muelle: pueden ocurrir cuando un barco choca con la estructura del muelle durante maniobras de acercamiento o atraque. Esto puede dañar tanto el barco como el muelle y requerir reparaciones costosas.

Encallamientos: un barco puede quedar atrapado en un bajo de arena o lodo, especialmente en zonas con cambios significativos en la marea o donde la navegación es complicada. Esto puede provocar retrasos y la necesidad de operaciones de rescate.

Derrames de sustancias peligrosas: en caso de un accidente que comprometa la integridad de un contenedor o del casco de un barco que transporta sustancias químicas, petróleo o productos peligrosos, podría ocurrir un derrame, afectando gravemente el medio ambiente marino y costero.

Incendios: los incendios en barcos pueden ser especialmente peligrosos y difíciles de controlar, con el potencial de causar daños extensos al buque y riesgos para la tripulación y otros barcos en las inmediaciones.

En términos de impacto en el sector asegurador, estos incidentes tienen varias implicaciones:

Reclamaciones de seguros: Los propietarios de los buques, las empresas de manejo portuario y las partes afectadas probablemente presentarán reclamaciones bajo sus respectivas pólizas de seguros, lo que podría incluir seguros de casco y maquinaria, protección e indemnización (P&I), responsabilidad civil por derrames de petróleo, entre otros.

Evaluación de daños y compensaciones: Las aseguradoras deberán evaluar rápidamente el daño y determinar la cobertura aplicable, lo que puede implicar inspecciones in situ, valoraciones de daños y negociaciones sobre el monto de las compensaciones.

Prevenir futuros incidentes: A largo plazo, los incidentes significativos a menudo llevan a una revisión de las prácticas operativas y de seguridad, tanto a nivel de los puertos como de las navieras. Las aseguradoras pueden exigir medidas de mitigación de riesgos adicionales o ajustar sus primas en consecuencia.

Es importante para las autoridades portuarias, las compañías navieras y las aseguradoras trabajar conjuntamente hacia la mejora continua de las medidas de seguridad y prevención de riesgos para minimizar la ocurrencia y el impacto de estos accidentes. La regulación adecuada, las inspecciones regulares, la capacitación de la tripulación y las inversiones en tecnología y infraestructura son clave para este objetivo.

 

By Ingetech SAS



 

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